Bajo este atractivo título nos encontramos un divertido juego que reúne aventuras, plataformas, acción, peligrosidad y de todo un poco. Técnicamente es simple, muy simple (lo cual no quiere decir malo, sino todo lo contrario). Sólo puedes correr para los lados y saltar (algo así como Sgrizam pero en aventuras). Hay mil y una formas de morir, lo que es el mayor aliciente del juego en mi opinión. Al igual que en Prince Of Persia, puedes morir en una fosa con pinchos, o achicharrado, o aplastado por una vagoneta de mina, o electrocutado, o comido por una criatura del averno, o dinamitado, o en una fosa de pus (supongo que es lava, pero mejor decimos pus), o exprimido y convertido en sirope de botellita. Este toque gore es lo que le hace sumamente adictivo. Además, en algunas habitaciones se ponen en marcha mecanismos que hacen que una pared de pinchos venga hacia nosotros o que ambas paredes nos aplasten haciendonos zumo orgánico (ñam ñam). Ah, en este simulador de Lemming humano, hay un cometido: hay que encontrar unos cofrecitos que se abren con unas llaves (no sé si todas las llaves abren todos los cofres) y también unas antorchas. Todo esto nos dará puntos. Los saltos hay que calcularlos al pixel, porque si no, o morimos o caemos (o las dos cosas). Tiene una melodía con un ritmo rápido que contribuye a ponernos aún más nerviosos, pero por desgracia no tiene FX. Sin embargo, de colorido no anda mal y es un juego tremendamente adictivo. Si se juega con emulador, quizá es bueno darle un pelín de velocidad.

Los que juguéis a este juego, seguramente os recuerde a Rick Dangerous, la película de Saw y a los Lemmings.

Truco: A veces es mejor dejarse matar, porque al reaparecer de nuevo, no aparecemos donde hemos muerto, sino generalmente en la parte superior de la pantalla (no siempre) lo que nos puede ayudar a no perder tiempo.

Teclas: Joystick

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Si tenéis Mame, otro juego en la misma línea gore es Outfoxies.